Ser conciente

"El viajar es un placer, que nos suele suceder"
Pipo pescador

Ser conciente tiene sus bemoles. Saberse pleno conocedor y decisor de las propias voluntades por momentos puede arrastrarte a pretender estar todo el tiempo en estado de plenitud. Y eso, sabemos, es imposible.

Sé que se puede vivir feliz, y la idea de pasar mis días rebuscándomela para obtener el mango no me convence. Es por eso que me animo a planear un viaje. Para seguir abriendo la mente. Para no enquistarme en la microburbuja que uno se arma en su ciudad de origen.

Somos esponjas que absorbemos lo que el clima que nos rodea nos muestra, y yo quisiera adquirir nuevas atmósferas de desarrollo. Aprender que puedo ser autosuficiente, desenvolver mi faceta periodística. Documentar lo que vivo en los lugares que recorro. De eso quiero vivir. Adquirir conocimiento, explotar mis posibilidades.

Estas cuatro paredes me quedan chicas ya, y si me quedo reiterando funciones estoy acotando mi futuro, e incluso mi presente. Y lo que es peor, me genero daño físico, intencional o no, y no es tiempo de esas cosas, más bien de salir a explorar.

A mediados de Octubre quiero estar partiendo con un rumbo fijo. Y estos meses los destinaré a conseguir alguien que esté dispuesto a invertir en mi proyecto de documentar un viaje por Latinoamérica. Una productora que quiera mostrar la vida mochilera por los países de la región.

Quiero vivir feliz de lo que hago.
Turismo - Periodismo - Internet.
Esas tres palabras tienen que consolidarse en una idea en común.
Para eso debo contactar a productoras que quieran mostrar la vida a lo largo y ancho de América latina.

Enriquecerme de las culturas y contarlo. En forma escrita o filmada. Ser un cronista de lo que se respira en cada pueblo y ciudad. Vivir de eso, y estar presente para relatarlo.